Capitulo 02 (Los ex's de mi novia)

 Capítulo 02

Connor

Me siento confundida ante lo que estoy viendo, mis manos están llenas de barro y aún no logro la forma que tanto quiero, prácticamente estoy perdiendo ante está escultura que estoy haciendo, pero como puedo fallar si la tarea es hacer un busto de mí. Algo hace que desapruebe mi arte, veo los ojos están proporcionales, los labios un tanto separados mostrando un poco los dientes, la nariz pequeña y un poco redonda, el cabello se podría decir que está bien, pero sigo sin estar convencida.

Suelto un suspiro, frustrada por no llegar al resultado que tanto quiero, dejo las herramientas en la charola y me apartó de la mesa, esperando tener otra perspectiva de mi trabajo, como tanto dicen los profesores que debo hacer, cuando estoy estancada, pero esta vez no funciona.

Limpio mi sudor con la parte de atrás de mis manos, evitando ensuciarme con el barro, pero una que otra mancha se puede percibir en mi piel, camino hacia el carrito donde están todos mis materiales y herramientas para esculpir, tomó el trapo que ha visto días mejores que este, está sucio y lleno de manchas de pintura que jamás podré quitar.

Por primera vez en el día, me concentro en la música que pasa a través de mis audífonos, la melodía va lenta y la voz de la cantante hace que me pueda relajar un poco, aun cuando la letra es un tanto deprimente, pero a veces es lo único que me da inspiración. 

Empiezo a limpiar mi estación de trabajo, después de que siento que es suficiente por hoy, aún tengo tiempo para entregar el proyecto que el profesor nos dejó y es lo único que me da tranquilidad. 

Cuando termino me doy cuenta que soy la única en el taller, ya todos mis demás compañeros se fueron, camino hasta estar fuera del salón, dirigiéndose hacia mi casillero para guardar mi overol, el cuál evita que ensucie mi ropa. Por primera vez después de muchas horas estando trabajando tomó el celular, lo primero que veo es la hora, dos de la tarde es lo que marca, un tanto temprano para que ya no haya nadie en el taller.

El sonido de la puerta chocando contra el metal me saca de mi cabeza, después de estar tanto tiempo perdida en mis pensamientos, era como si estuviera en piloto automático, pero al menos el día ya acabaría para mí, buscaría a Josie, para terminar en mi casa escuchando cómo lee el nuevo libro que se compró, al menos está tarde sería para ella, necesitaba una distracción después de estar tan frustrada, pero era lo que siempre me pasaba cuando se trataba de esculpir, no era muy buena, solo lo intentaba para esperar pasar la materia y tal vez aprender algo en el proceso.

Caminé hasta la estación del guardia, en cuanto lo vi, le di una sonrisa amable, tratando de ocultar mi ansiedad por hablar con alguien que no conozco, incluso si ya lo había visto varias veces. —Buenas tardes, el taller del grupo 91 de artes tradicionales, se encuentra vacío, soy la última.

—Gracias, en un momento voy a cerrarlo. —Asentí ante sus palabras y empecé mi camino hacia la facultad de medicina, estaba entretenida en acomodarme la mochila, que no puse atención en el pasillo en el que iba, en especial cuando empezaba a dar la vuelta en una esquina, provocando que chocará contra la persona que al parecer venía a toda prisa.

Luego de sentir como un dolor momentáneo aparecía en mi trasero por el golpe que sufrió cuando chocó contra el piso, pude ver a la persona que tenía prisa.

—¿Mg? ¿No crees que deberías ir más despacio? —Lentamente nos paramos, llevé mi mano hacia la zona afectada para limpiar mi ropa, levanté mi mochila del piso y esperé a que el chico enfrente de mí me diera una respuesta—. ¿Qué pasa Mg? —pregunte desconcertada al ver en sus ojos como  él luchaba con el mismo.

—Mira, tal vez para mañana no tenga novia, pero eres mi mejor amiga y no puedo dejar que Josie te haga eso. —Podía percibir lo nervioso que estaba, intentaba mirarlo a los ojos porque él no sabe mentir y cuando levantó la cabeza pude entender que me decía la verdad.

—¿De qué hablas Mg? —No quería hacerme una idea equivocada, pero cada segundo que pasa es como si no pudiera respirar—. Dime.

—Es mejor que lo veas. —Rápidamente tomó mi mano y salimos corriendo de mi edificio, por un momento pensé que iríamos hacia la facultad de medicina, pero me sorprendí al ver que la dirección que tomábamos era hacia el campo de fútbol, el cuál estaba lleno con personas que gritaban y apoyaban a su equipo, incluso si aún no había empezado el partido de fútbol bandera.

Le dimos la vuelta al campo, hasta llegar del otro lado donde estaban los vestidores, apenas dimos unos cuantos pasos adentro, se podía escuchar unos gritos, al inicio eso me asustó, pero al reconocer la voz, terminé encerrando ese miedo dentro de mí, aunque mi corazón latía cada vez más rápido a tal punto que sentí que se me salía del pecho. Mis manos poco a poco se llenaban de sudor, estaba nerviosa por no saber con que me encontraría.

—¡Aléjate de ella! —Escuche que gritaba Josie, eso provocó que mirara a Mg que tampoco entendía nada. 

—Ay Jojo, es muy tarde, los demás ya lo saben, solo es cuestión de tiempo. —La voz de un hombre me alertó ¿Qué hacían los dos solos?

—No Connor, he estado tratando de ocultarla de ustedes y no voy a dejar que empiecen con sus juegos tontos. —Sentía la desesperación en su voz, pero todas las piezas que tenía sobre la mesa no encajaban, creando que mi mente estuviera ansiosa por saber qué era lo que pasaba.

Voltee a ver a Mg, dándole una señal de que yo me encargaría de ésto, con duda él decidió hacerme caso, aún veía en sus ojos que no me quería dejar sola, pero quería hacerlo por mi cuenta.

—Creo que es un poco tarde ¿No, Amor? —No sé de dónde saqué tanta seguridad para decir eso, fue un impulso del cual no sé si me arrepiento ahora.

Al notar mi presencia Josie volteo a verme y en cuando entendió que era yo, empezó a cerrar los ojos y se llevó las manos hacia su cabeza, eso logró que pusiera atención a esas ojeras que estaban por debajo de sus ojos, provocando que me preocupara por lo que estaba ocurriendo.

—Por fin tenemos el gusto de conocernos, "Novia de Josie". —El chico me miró de pies a cabeza, pero en su mirada sólo podía percibir que me retaba a hacer algo, pero no sabía el qué.

—No Connor, ella no lo hará. —Josie se colocó enfrente de mí, impidiendo que pudiera verlo por completo, por ello tomé un poco de tiempo para asimilar lo que estaba pasando.

El tal Connor llevaba el uniforme de la escuela rival, rojo y negro muy distinto al de nuestra universidad que se distingue por los colores amarillo y azul, eso solo me decía una cosa, el chico era parte del equipo de Mystic Falls.

—Josie por favor, todo es muy fácil si se siguen las reglas, nadie saldrá lastimado.

—La vez pasada no fue así. —Soltó Josie con ironía, nunca la había visto de esta forma, pero tal vez era algo que me agradaba.

—Daño colateral, da igual. —Dio unos pasos hasta estar muy cerca de Josie, haciendo que apareciera una sensación amarga dentro de mí, la irá estaba creciendo lentamente, mientras veía al chico rubio sonreírle a mi novia—. Solo debe superarnos y será libre.

—Dije que no, ya me cansé de sus tonterías. —Colocó la mano en el pecho del chico alejándolo de ella—. Hope no será su víctima.

—Entonces nos encargaremos de que su relación se vuelva miserable —dijo Connor como si no fuera importante lo que Josie y yo tenemos.

—Dile a los otros que no se metan o no sé de qué sería capaz. —Al verla tan enojada, tome su mano, sintiendo como ella estaba temblando por lo que la situación estaba provocando.

—Mira que tenemos aquí, es la primera vez que veo que actúas así, sí que te importa tu novia. —Por un momento la sonrisa de superioridad que tenía el chico enfrente nuestra, me hizo querer borrarla de su rostro, no me agradaba para nada que él se estuviera tomando tanta confianza para opinar de una relación de la cual no era parte—. Lástima que no te durará mucho, tu nuevo juguete.

—No te… 

—Lo haré —dije después de estar tan cansada de tanta ida y vuelta. —No sé qué esté pasando, pero si esto evita que se metan en lo que estamos formando Josie y yo con nuestra relación, lo haré, no importa que implique.

Josie rápidamente me miró y reafirmó el agarre que teníamos sobre nuestras manos. —No es necesario. —Lo dijo mientras nos veíamos directamente a los ojos, ella intentó comunicarme a través de ellos que ella podía solucionar las cosas. Mi confianza estaba ciegamente puesta a su favor, pero la situación ya no estaba en sus manos.

—Si, si lo es. —intervino el chico después de estar escuchándonos.

—¡Tú cállate, Connor! —Tal gritó hizo que diera un ligero salto en mi lugar, todo este tiempo que llevaba conociendo a Josie, nunca se comportó de esta forma, al contrario, era tranquila, risueña y sobre todo, paciente. El cambio en mi actitud hizo que ella se diera cuenta de lo que había logrado en mí, por ello Josie pasó su brazo por mi espalda para poder abrazarme, como diciéndome "Perdón por asustarte".

—Ella ya aceptó, es muy tarde Josette. —Miró con una sonrisa de satisfacción a Josie, al parecer logró su objetivo y cuando me miró, observe en sus ojos el reto que estaba lanzando hacía mi—. Hope te espero en el campo de fútbol.

El rubio se alejó a tal punto de perderse por los pasillos que daban directamente al campo, solo dejando el rastro del sonido de sus zapatos contra el piso, que acompañaban el caos que él había desatado.

En cuanto lo perdimos de vista, mire a mi novia pidiendo una explicación de lo que estaba pasando. Todo dentro de mi cabeza era un caos ¿Quién era él? Y ¿Por qué Josie estaba tan alterada?

Ella soltó un suspiro de derrota. Algo andaba mal y todo su semblante me lo decía —Digamos que él es mi ex, para ser exacta el primero de siete.

—¿Siete? —En cuánto dijo ese número, sentí como mis ojos se abrían de par en par por el asombro. No tenía urgencia en conocer a los otros, en especial si eran iguales a Connor.

—Si, al parecer se les metió en la cabeza unirse y hacerle jugarretas a mí siguiente pareja, así que uno por uno aparecen retando a mis pretendientes, son muy pocos los que no se espantan. —Ella jugaba con mis dedos, estaba intranquila por lo que llegaría a pasar, sus ojos en ningún momento veían los míos solo tenía la cabeza hacia abajo—. Contigo quería que fuera distinto por eso evité que se enterraran o al menos Connor, él es quien se encarga de avisarles a los demás, en especial porque vivimos en la misma ciudad y los otros están esparcidos por quién sabe dónde. 

—Creo que la idea de Mg de que me estabas engañando, ahora no suena tan mal. —Esperaba que con mi comentario pudiera aligerar el ambiente, cuando escuché una ligera risa por parte de Josie, supe que había hecho algo bien—. ¿Qué fue lo que acepté? —pregunté con temor, por lo que provocó mi momento de arrebato.

—Connor organizó un juego amistoso entre Salvatore y la universidad estatal de Mystic Falls solo para ir contra ti. —Josie levantó su cabeza, mostrándome un pequeño puchero, dejando que su boca se inclinara hacia un lado más que al otro—. Lo detuve antes de que fuera a por ti, esperando que todo esto parara, pero al parecer mi plan salió mal.

—¿Es por eso que no dormiste? —Coloque mis manos en sus mejillas, observando cada uno de sus rasgos y pasando mis dedos por su suave piel.

—He estado muy ansiosa desde que me enteré que ellos venían, esperaba que solo fuera una coincidencia.

—Estamos juntas en esto, todo saldrá bien. —Elimine el espacio que había entre nosotras, iniciando un abrazo que me tranquilizaba más de lo que creía.

—Te harán hacer cosas que nunca has hecho, ¿Segura que estás dispuesta a hacerlo? —Sus labios estaban muy cerca de mi oído, lo que hizo que mi cuerpo se sintiera como gelatina. Solo ella era capaz de causar tal efecto en mí.

—Eres mi novia, haría cualquier cosa por ti.

En cuanto nos separamos, ella tomó mis labios entre los suyos, sintiéndose un tanto diferente a los demás besos que nos habíamos dado, era suave y cálido, pero a través de el, podía sentir que nuestra relación se estaba fortaleciendo.

—Es mejor que te prepares. —Tomo mi mano mientras aún estaba hipnotizada por lo que acababa de pasar, me guío hasta los vestidores de las chicas de Salvatore y tomó un uniforme nuevo de uno de los lockers.

—¿Cómo es que sabes dónde están los uniformes? —Estaba intrigada por las acciones de mi novia, que cada vez que pasa el tiempo me sorprende más.

—Lizzie es porrista —dijo sin mucha importancia, mientras le quitaba el plástico al uniforme. —Las jugadoras y las animadoras comparten vestidores y de vez en cuando acompaño a mi hermana.

Lentamente caminé hacia ella y en cuanto me acerque mi idea no estaba tan errónea, dentro del casillero no nada más había uniformes del equipo, sino que también de animadora, tome uno y se lo di mientras le daba una enorme sonrisa proyectando mis intenciones.

—Algo de apoyo moral no me vendría mal. —Veía como asentía ante mis palabras, estábamos tan cerca que nuestro calor corporal se mezclaba.

Era interesante como cuando estoy con Josie todo los demás se me olvidaban, dejándonos a nosotras en nuestro propio mundo, en el cuál podía hacer cualquier cosa sin importar el resultado.

Nuestros labios estaban a punto de tocarse de nuevo, anhelando lo que la otra le guardaba con ese acto, pero antes de que pudiéramos cumplir nuestro objetivo, la puerta del vestidor se abrió, haciendo que nos separáramos, por la sorpresa del inesperado ruido.

—Dijo Connor que Hope aceptó, ¿Eso es cierto? —Lizzie sin importarle la imagen que se encontró de su hermana y de mí, se adentró por la puerta, luciendo el mismo uniforme que Josie traía en las manos, una blusa amarilla con el escudo de Salvatore y una falda con azul y amarillo.

—Ella lo hará. —contestó Josie por mí, era una rutina que últimamente hemos hecho mucho y por alguna razón para mí es tranquilizante.

—En ese caso te deseo suerte. —Miró a su hermana y cuando vio lo que tenía entre las manos sonrió al darse cuenta de que era—. Ahora te unirás a las porristas ¿Qué te hizo cambiar de opinión? Te insistí por semanas para que lo hicieras.

—Solo será por hoy —dijo Josie con fastidio ante la interrogante de su hermana.

Mientras las gemelas discutían, yo me fui por detrás de la torre de casilleros, empezando a cambiarme. Por un instante me invadió la sensación de que estaba perteneciendo a algo y al escuchar las risas entendí que había encontrado mi lugar en todo este caos.

Cuando estuve lista caminé hacia las chicas y cuando vi a Josie me quedé embobada, por verla tan hermosa en ese uniforme de animadora, aunque la verdad es que para mí siempre lucía maravillosa.

Con una sonrisa, ella tomó mi mano y las tres salimos directamente hacia el campo de juego. Mi novia soltó mi mano en cuanto llegamos y troto directamente hacia un chico castaño quien se encontraba rodeado de más chicos con el uniforme de Salvatore, playera amarilla y short azul, ambos con los logos de la escuela. Platicaron por un momento y el chico se veía un tanto indeciso, pero al final pude observar cómo asentía a las palabras que Josie le decía.

Ella le dio una ligera palmada en su hombro y regresó trotando hacia mí. —Jed dijo que está bien que juegues, aunque le preocupa que no tengas experiencia, pero al ser amistoso espera que no pase nada.

—¿Amigo tuyo? —pregunte mientras le señalaba al chico con quién hablo hace unos minutos.

—En realidad, es el ex de Lizzie. —Pasó sus brazos por mis hombros y yo por su cintura, mientras estaba atenta a lo que me decía—. Anduvieron por un tiempo, después se dieron cuenta que no eran el uno para el otro, en especial Jed.

—¿Terminaron mal? —Tal vez parecía entrometida, pero quería saber todo lo que me permitiera Josie conocer de ella.

—En realidad todo lo contrario, es un buen chico y ahora nos llevamos bien con su novio. —Dejó caer su cabeza en mi hombro, sin importarle la diferencia de estatura que teníamos ella y yo, aunque no era mucha, yo era más baja que ella—. Fue un alivio para Lizzie saber que él era gay, por un momento pensó que había imaginado que él se fijaba en chicos y que se estaba volviendo loca por suponer algo que no era, después de eso se hicieron muy amigos.

Seguimos platicando mientras empezaba el juego, ella me terminó contando el cómo Connor se convirtió en su ex, que en realidad solo le dice así para hacer sentir bien al chico, porque en realidad salieron cuando era unos niños pequeños, fue su novio de manita sudada y su primer beso que en realidad era un toque de labios inocente.

Tuvimos que separarnos cuando el árbitro hizo sonar el silbato y Jed nos hacía señales de que era hora para que me reuniera con ellos.

—Todo saldrá bien. —No confiaba mucho en mis capacidades, pero nadie muere intentando y al menos debía transmitirle seguridad a Josie para que estuviera tranquila. Sin esperar a que me diera contestación le di un casto beso en sus labios y me fui corriendo con el grupo de chicos y chicas, algunos los conocía de vista y a otros eran completamente desconocidos para mí.

—Bien, tenemos por hoy una nueva integrante, la misión de hoy es cuidarla de Connor y solo darle pases cuando todos estén cubiertos, así evitaremos que Josie me mate. —Todo el mundo estaba asintiendo ante las palabras de Jed que al parecer era el capitán, todos estaban muy serios y yo estaba aguantándome las ganas de reírme por el miedo que Josie podía causar en algunas personas.

—A la cuenta de tres, Salvatore. —Todos colocaron su mano en el centro, con un poco de pena coloque la mía, era extraño estar en un equipo en donde todos se veían tan seguros de lo que iban a hacer. 

En cuanto el árbitro volvió a sonar su silbato, todo el equipo gritó después de que Jed hiciera la cuenta regresiva.

Me coloque en el lugar donde el castaño me dijo y seguí las instrucciones que él me había dado, correr detrás de él a una distancia prudente, un plan simple y en el cuál posiblemente saldría con vida.

Los minutos pasaban y al mismo tiempo provocaba que percibiera que el reloj iba muy lento, aunque yo no hiciera nada, el marcador estaba muy igualitario y por un momento sentí que la amenaza de Connor no iba tan en serio.

“Era solo un juego de que tenía miedo” Era lo que pasaba por mi mente, pero todo eso cambió cuando llegamos al segundo tiempo, el equipo contrario inició el saque, se lo pasaron a su lanzador y el balón voló por los aires hasta que cayó en mis manos, por un momento me congelé, sentía como mis oídos estaban perdiendo su funcionalidad y lo único que resaltaba era Jed gritando "Corre", pero antes de que mi cerebro procesará la información, sentí como me tacleaban, cayendo directamente contra el suelo.

El árbitro sonó su silbato para detener el partido, mientras la chica que me había tirado se levantaba, me dio una sonrisa, mientras se limpiaba su uniforme. —Dice Connor que “Hola”. —Dio su mensaje y se fue directamente con el capitán de su equipo, quien la felicitaba por lograr su objetivo.

Jed llegó hacia mí un tanto preocupado por mi estado, en cuanto vio que no tenía ninguna herida, él me ayudó a levantarme. —¿Estás bien?

—Si. —Sentía como empezaba a enojarme—. Lo hicieron intencionalmente.

—Lo noté. —El chico intercalaba su mirada entre el capitán de Mystic Falls y yo—. Connor sabe que no puede ir directamente contra ti, así que mandará a las chicas.

—¿Hay una forma en que participe y pueda ser de utilidad? No quiero que él se salga con la suya.

El castaño dejó salir un suspiro antes de darle su respuesta. —Si algo te pasa deberás abogar por mí con Josie.

—Trato. —Extendí mi mano para que entendiera que yo me encargaría de lo que pasará de ahora en adelante.

Él aceptó y se quedó un momento pensando en lo que haríamos. —Eres buena atrapando, pero no sé si corriendo, si puedes interceptar el balón en el aire antes de que realicen su jugada sería de gran apoyó o puedes vengarte de quien te tacleo, cualquier cosa que hagas, sirve. —Me dio una palmada en mi hombro y se fue trotando hacia su posición, dejándome pensando en lo que iba a hacer.

El silbato sonó y esta vez me concentré para no quedarme estática en mi lugar, empecé a correr detrás de Jed y cuando vi que el balón estaba en el aire, corrí lo más rápido que pude y antes de que tocará las manos de la contrincante me lancé con todo contra ella, provocando que las dos cayéramos al piso. —Hola de nuevo. —Me levanté y con una sonrisa de satisfacción le dije “adiós”, un pendiente menos, ahora faltan dos cosas, Connor y ganar este partido.

Sabía que no me lo debía tomar muy en serio, pero la adrenalina que corría por mi cuerpo estaba logrando cosas que no me imaginaba que haría.

Volvimos a nuestras posiciones y desde lejos Josie me alentaba, escuchaba como gritaba mi nombre y eso hizo que tuviera más ánimo para continuar.

El tiempo siguió pasando y empezaba a tener una pelea silenciosa con la chica que me había tacleado, con Connor no fue sencillo, pero logré quitarle el balón una que otra ocasión, al parecer no estaba tan mal mi condición, incluso si hace tiempo no corría, lo había dejado de hacer después de que entre a la universidad, era difícil encontrar tiempo para hacer todo, pero después de tanto tiempo, fue divertido hacer que mi cuerpo hiciera ejercicio.

Estábamos en el último tiempo, faltaban unos pocos minutos para que el partido acabará e íbamos unos cuantos puntos por debajo, si realizábamos está jugada ganábamos y si perdíamos no sé lo que pasaría.

Estaba a punto de llegar a mi posición, pero Jed me hizo una señal para que fuera con él —Esta es nuestra última oportunidad, Valeria te pasará el balón y solo deberás correr hasta llegar a la meta, no podemos pasárselo a Jared porque sería muy obvio.

Para este punto estaba muy confiada y mi necesidad por ganar era aún mayor. Asentí ante su petición y el paso su mano por mi cabello, con ello logró que me despeinara más de lo que ya estaba.

Sentía como el sudor pasaba por mi rostro, estaba exhausta, mi boca la sentía seca y cada paso que daba me pesaba. Escuchar el sonido del silbato hizo que reaccionara, corrí a la esquina contaría a la que Jared lo hizo, esperando a que la chica hiciera la jugada, todo indicaba que se lo pasaría al pelirrojo, pero de último minuto cambió la trayectoria, en cuanto cayó en mis brazos empecé a correr a todo lo que daba. Connor estaba detrás de mí, podía sentir como se acercaba, le estaba exigiendo a mi cuerpo mucho esfuerzo, a tal grado que percibía que todo quemaba.

De repente sentí como alguien me empujaba y desde la tribuna se escuchó el asombro de los presentes. El peso del chico que había sobre mí, hizo que entendiera lo que estaba pasando y un ligero dolor no se hizo tardar en la parte baja de mi espalda, lo que provocó que cerrara los ojos.

El árbitro dio el silbatazo, pero no sabía si por el término del partido o por mi lesión. Lentamente percibí cómo se liberaba la presión de mi espalda, pero tenía miedo de girarme, no quería sentir más dolor. En cuanto abrí los ojos me di cuenta que el balón se encontraba en la zona de anotación y por un instante una sonrisa de satisfacción apareció en mi rostro, levanté la cabeza para ver el marcador y el tiempo ya había concluido, dándonos la victoria.

Por un momento me olvidé del dolor que había aparecido y empecé a levantarme, apenas me di la vuelta sentí a alguien que llegó a abrazarme y todo el equipo estaba alrededor de mi —¿Ganamos? —pregunté para aligerar el ambiente que se había tornado un poco pesado.

Cuando les mostré mi sonrisa, todo el mundo empezó a gritar y a saltar como locos, era un partido amistoso, pero a todos se nos olvidó cuando pisamos el campo.

Josie aún estaba muy aferrada a mí, sentía como temblaba por lo que acababa de pasar, hice que caminara, alejándonos de todo el alboroto que los chicos habían realizado. —Estoy bien, de una pieza. —Al no obtener una respuesta de ella, levanté su cabeza de dónde se estaba ocultando y junté nuestros labios, sintiendo como una lágrima rebelde se colaba en nuestro momento.

—Cuando no te levantabas, me empecé a preocupar. —En sus ojos se veía cómo intentaba a toda costa no dejar que su agobio saliera a la luz.

—¡Hey mírame! Estoy bien. —Como si mi cuerpo me traicionara, empecé a sentir de nuevo como latía del dolor mi espalda, pero intente que no se me notara.

Ella puso su mano levemente por detrás de mi espalda, provocando que saliera una pequeña queja, pero que fue amortiguada por el inesperado intruso.

—Hope, bien jugado —dijo Connor, cuando llegó junto a nosotras.

—¿No tienes vergüenza? —Los sentimientos de Josie se encontraba un tanto descontrolados, en cuando vio al chico, su enojo se hizo notar, a tal grado que si las miradas mataran Connor no estaría en el mundo terrenal, yo solo pude tomarla de la cintura para que no avanzará más hacía el chico.

—Lo lamento Josie, sabes que soy muy competitivo, pero me conoces, soy con el que menos debes de tener cuidado, yo ya no molestaré, solo vine a decir eso. —Él se alejó de nosotras, dejándonos en un silencio abrumador.

Aún sentía el enojo de Josie, estaba a punto de decir algo, pero ella tomó mi mano caminando por un rumbo que yo no tenía idea. Una sonrisa apareció en mi rostro al ver que mi novia se veía espectacular en uniforme de animadora, era lo único que me hacía olvidarme del dolor que poco a poco empezaba a ser más intenso.

Cuando me di cuenta de lo que hacía Josie, entendí a dónde íbamos, lo que provocó que no diera otro paso —Estoy bien. —Necesitaba insistir no quería que se sintiera culpable por lo que había pasado.

—Hope quiero que alguien te revise, apenas te toque y te dolió. —En poco tiempo ella empezó a leerme y eso no sé cómo tomarlo.

—Fue de la impresión, no me lo esperaba. —Estaba orgullosa porque mis palabras salieron sin titubear, después solucionaría el problema con mi espalda, pero mi plan se salió de mis manos cuando ella quiso comprobar su punto y tocó la zona afectada, haciendo que un lamento saliera de mi boca.

No quería verla, sentía como su mirada me decía "No que no te dolía", como perro regañado entre en la enfermería y me senté en la primera camilla que encontré.

—¿Qué es lo que necesitan, chicas? —La doctora se encontraba sentada en su escritorio, revisando algunos papeles y en cuanto nos vio se levantó para poder ayudarnos.

—La terca de mi novia acaba de recibir un golpe durante un partido. —No necesitaba verla para saber que tenía los brazos cruzados enfrente de su pecho, típica acción en ella, cuando estaba preocupada o enojada.

—¿Dónde recibió el golpe?

—En la espalda —dije evitando sentirme como una niña pequeña que va con su mamá al doctor y que la madre contesta todo como si su hija no supiera hablar, necesitaba conservar un poco de dignidad.

—¿Puedes acostarte? —Hice lo que me pidió, sintiendo como las frías sábanas tocaban mi piel caliente, creando una sensación de alivio.

La doctora empezó a levantarme la playera que por un momento percibí que se le dificultaba por el sudor que había en ella.

Con guantes tocó mi piel, fue tan repentino que grité por el dolor que sentí. —La zona se encuentra inflamada, posiblemente salga un moretón, necesitará descanso. —Camino directamente hacia un armario, tardó unos minutos, pero encontró lo que buscaba—. Debe ponerse esto cada vez que sienta dolor, al menos hasta que desaparezca lo rojo, después será cada seis horas para eliminar el moretón. —Le dijo a mi novia, que aceptó el frasco con pomada que ella le ofrecía.

En cuanto la doctora dio la señal de que podíamos irnos, casi salí corriendo, evitando que Josie pudiera regañarme.

Lo malo es que no me podía ir sin ella, tuve que esperar a que Josie también saliera del consultorio y cuando lo hizo no me miraba con mucho amor.

—En mi defensa. —No debí verla a los ojos, porque podía sentir su enojo—. Si, no tengo defensa.

—Solo vamos por tus cosas. —Terminó diciendo, en cuanto tomó mi mano, pude soltar un suspiro de alivio al saber que al menos no estaba del todo furiosa. 

Mientras caminábamos hacia los vestidores de nuevo, un pensamiento llegó a mi mente "Uno menos, faltan seis", pero aún así las palabras de Connor vagaban por mi cabeza, ¿Qué quiso decir con que él, era por quien menos debería preocuparme? Acaso los ex's de Josie están más locos de lo que pienso.



Comentarios