#01 Kindred Spirit (Daylee)

POV Danielle

≪ •❅• ≫≪ •❅• ≫

Estaba tan desesperada, no sabía qué hacer, no sé por qué acepte, mi corazón decía que no, pero mi mente me decía que sí creyendo que sería una buena idea, después de todo no debía ver a mi mejor amiga de esa forma, deje que mi mente ganará, total ella no sentía lo mismo que yo.

Incluso con eso en mente, ni eso sirvió, la llevo en mi corazón, tan marcada que dudo que algún día pueda sacarla de ahí. Lo peor del asunto fue el distanciamiento, ya no nos hablábamos desde que empecé a salir con él, trataba de verme feliz, intentaba amarlo o incluso quererlo, aunque sea un poco, no funcionó y aquí sigo en mi cuarto meses después con el corazón en la mano, sabiendo que la única forma de recuperarla era enmendando mis errores, intente hacerlo, el primer paso era romper con él, pensé que sería más difícil, pero él lo hizo fácil. Sabía ya no podía fingir más, estoy locamente enamorada de mi mejor amiga, si aún le puedo llamar así.

Camino de un lado a otro con el celular en la mano, quiero mandarle un mensaje, pero no me atrevo, la veo en línea, eso me atemoriza y más teniendo en mente el pensamiento de que sólo lo leerá, dejándome sin respuesta. Claro me lo merezco, pero... Odio tanto que esto pasara ¿Por qué lo permití?

Escucho el timbre de mi celular, esperando que sea ella, pero me desilusiono al ver que es Marcus, su mejor amigo.

"Sé que te mueres por verla, ven al bar que está a tres cuadras de tu casa, al que siempre íbamos, no tardes ella estará allí, es tu última oportunidad"

"¿Por qué me ayudas?"

"No preguntes, solo hazlo si la quieres de vuelta"

Sin perder tiempo, tomo mis cosas, decidida a recuperarla sin importar el costo. Salgo de mi casa, teniendo en mente la decisión de ir caminando esperando que el trayecto me quite los nervios que tengo, no sé qué es lo que le voy a decir, no soy buena improvisando.

Todo el trayecto trato de que las palabras suenen bien, pero nada me convence, me doy cuenta de que el camino no fue suficiente, cuando veo el nombre del bar a lo lejos. Entró en pánico, mis manos no dejan de temblar, intento respirar, pero incluso eso no me calma, me digo a mí misma que debo ser valiente, que si me rechaza al menos me quitaré un peso de encima, pero el miedo de perderla de nuevo es más fuerte, tal vez no acepte que tenga sentimientos por ella y se aleje, tantos escenarios pasaban por mi cabeza, pero ninguno me ayudaba a tranquilizarme.

Decidida entró al bar, saludo a algunos conocidos, pero mi mirada solo buscaba a una sola persona, estaba tan concentrada en mi labor que doy un pequeño saltito en mi lugar cuando siento una mano en mi hombro.

—Pareciera que has visto un fantasma, Danielle. —Al momento de voltear, me encuentro con el chico alto y de pelo castaño, que la suele acompañar a todos lados, que rápido cambia la historia, antes esa persona era yo.

No tengo por qué mentir, así que le digo como me siento por lo que puede llegar a pasar en la velada. —Estoy un tanto nerviosa, debo de admitir Marcus.

El chico me sonríe, poniendo su mano en mi cabeza para despeinar mi cabello. —No tienes que preocuparte, claro si haces todo bien. —Él pensó que no escuche lo último que dijo, pero es del tipo de personas que no sabe susurrar o bajar el tono de su voz.

—Gracias, tú si sabes tranquilizar a las personas —dije con un tono sarcasmo en mi voz.

—Es un don. —Sabía que estaba jugando conmigo, en cierta forma era un tipo de venganza por lo que hice.

Dejando de lado a Marcus decido buscar a mi chica, pero el sonido de las cuerdas de la guitarra me hace girar al pequeño escenario improvisado que el dueño del bar ponía para noches de aficionados. Una chica de pelo castaño se encontraba sentada en un banquillo sosteniendo la guitarra, cada vez que pasaba las manos por las cuerdas, el lugar se llenaba de un sonido tan dulce.

Agradecía la oscuridad del momento, tratando de darle toda la atención a ella, sabía perfectamente que, si alguien más me viera, sabría lo enamorada que estoy de ella, mis ojos y mi sonrisa lo dicen todo, especialmente al escuchar su hermosa voz pronunciar cada una de esas palabras.

—Si tuviera que elegir, tú serias mía. —No podía quitarle la mirada de encima, mucho menos al escuchar lo que decía la canción, ella estaba tan concentrada en cantar que tenía los ojos cerrados, cada parte que cantaba era como si se lo dedicara a alguien, eso me dolía porque quería ser esa persona que inspirara cada canción que escribía, pero al mismo tiempo no quería, al menos no en esta canción, porque sabía que la persona que la inspiro, le hizo tanto daño.

—Odio la forma en que me haces sentir, oh desearía que no fueras real. —Veo como sale una lágrima de sus ojos, una lágrima rebelde que ella no quería derramar, pero aun así no la quito, dejó que corriera a través de su mejilla. Como si fuera atraída por un hechizo, ella levantó su mirada directo a mis ojos, esos pocos segundos me hicieron comprender que le hice tanto daño con mis estupideces.

Escucho los últimos rasgueos de la guitarra, el público le aplaude, pero ella solo baja del escenario. Caminó tras ella tratando de alcanzarla, la sigo por la entrada trasera hasta el estacionamiento vacío. Al ver que ella empieza a correr hago lo mismo, agradeciendo a mi buena condición el poder seguir su paso, la tomó con cuidado de su brazo, girándola con suavidad.

—¡Déjame! —Es lo primero que me grita, pero no puedo, su rostro lleno de lágrimas me parte el corazón, la intento abrazar, pero no me deja, me empuja, alejándome de ella.

—No puedo, Kaylee. —Apenas me salen las palabras, pero era necesario decirle todo lo que había callado.

—¡Aléjate! —grita de nuevo, poniendo sus manos enfrente de ella tratando de que no me acerque, protegiéndose a sí misma, lo cual me rompe el corazón ¿Por qué tuvimos que llegar a esto? —No entiendes, no te quedo claro, me duele, odio querer que me quieras. —Su voz se escuchaba tan rota, me sentía tan culpable, yo había provocado esto.

—Lo intente, intente alejarme de ti. —Doy un paso más hacia ella, pero Kaylee hace lo mismo para alejarse de mí—. No pude y no cometeré el mismo error dos veces y menos contigo. —Veo cómo llamó su atención con mis palabras, lo cual me da esperanza para seguir luchando.

—Es mentira, te conocí primero. —Sus lágrimas caen rápidamente, pero las aleja con ira retenida—. Pero él todavía tiene tu corazón y verlo duele.

Tomé su rostro con mis manos, viéndola a los ojos decidí decirle toda la verdad que guardaba mi corazón, sin miedo a nada. —No, no es cierto, acepte salir con él porque no quería arruinar nuestra amistad. —Miró directamente a esos ojos cafés que tanto amo—. Me decía a mí misma que no podía soportar que tú no sintieras lo mismo, así que me mentí, traté de amarlo o inclusive quererlo, pero no pude, él no eras tú.

Y sin importarme nada, la bese, tratando de transmitirle todo lo que sentía por ella, todo el amor que calle por años. Al inicio ella no correspondió, pero al momento que traté de alejarme, ella me tomó del cuello profundizando el beso, haciendo que mi corazón se volviera loco.

Se apartó de mí, coloco su frente con la mía. —Perdóname, fui una idiota. —El sonido que salió de mi boca, fue lo único que se escuchaba en medio del estacionamiento vacío en medio de la noche fría.

—No tengo nada que perdonarte, las dos teníamos miedo de perder a la otra. —Tomó su mano, llevándola hacia mis labios dejando un pequeño beso en ella, sintiendo como su piel estaba fría por el clima que azotaba la ciudad.

—Te amo, Kaylee. —Nunca pensé que esas palabras saldrían de mi boca, pero decirlas se sentía tan bien.

—También te amo Danielle. —No pude evitar sonreír, al fin tenía a mi alma gemela, al amor de mi vida en mis brazos y esta vez, nadie, ni siquiera yo hará que eso cambie.

≪ •❅• ≫≪ •❅• ≫


Comentarios